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El concurso completo pone a prueba no sólo las habilidades del jinete, sino también la capacidad atlética del caballo. A veces denominado "triatlón ecuestre", este deporte ecuestre abarca tres pruebas distintas: doma clásica, salto de obstáculos y campo a través. Horse Pilot analiza en detalle este deporte ecuestre polivalente.
El concurso completo pone a prueba la versatilidad de los jinetes y sus monturas. A diferencia de otras actividades ecuestres, que se centran en un aspecto específico. La doma hace hincapié en la gracia y la armonía entre jinete y montura. El salto de obstáculos evalúa la técnica de salto del caballo. Por último, el campo a través es una prueba de resistencia y coraje. La pareja caballo-jinete demuestra su complicidad en un recorrido salpicado de diferentes tipos de obstáculos naturales.
El eventing tiene sus orígenes en la equitación militar del siglo XIX. Su objetivo era evaluar las habilidades que necesitaban los jinetes y sus caballos para ser eficaces en el campo de batalla.
En 1902, el Cadre Noir de Saumur organizó el Championnat du Cheval d'Armes. Lo gana el capitán de Saint-Phalle, escudero del Cadre Noir. Más tarde, este campeonato se convirtió en el eventing.
Esta disciplina ecuestre se practica en los Juegos Olímpicos desde 1912. Los competidores de cada país compiten por la clasificación individual y por equipos. A día de hoy, sigue exigiendo tanta técnica, resistencia y precisión como en sus inicios.
El concurso completo comienza con la prueba de doma. En ella, jinetes y caballos realizan una serie de figuras impuestas, con movimientos elegantes y precisos.
A continuación, el salto de obstáculos demuestra la capacidad del caballo para enlazar una serie de obstáculos sin fallar.
Por último, el cross-country es la prueba más exigente. Se centra en la velocidad, la resistencia y la capacidad del caballo para sortear obstáculos naturales. Los dúos galopan por terrenos accidentados y saltan hábilmente obstáculos como ríos y troncos de árboles.
El concurso completo se rige por normas estrictas, sobre todo para garantizar la seguridad del caballo y del jinete. Las imponen la FFE o la FEI y varían según el nivel de la competición. Cada prueba se disputa a una sola vuelta. Los jueces penalizan el incumplimiento de los requisitos técnicos y de tiempo.
Durante la competición de doma, los jinetes realizan una serie de figuras obligatorias en los tres aires, evaluadas por los jueces. La precisión, la gracia y la armonía entre jinete y caballo se puntúan así entre 0 y 10 puntos.
En el concurso de salto de obstáculos, el recorrido de salto debe superarse sin faltas. Los jueces otorgan puntos de penalización por cada obstáculo derribado o rechazado, así como por exceder el tiempo asignado.
El recorrido a campo traviesa es cronometrado y tiene una duración determinada. Se realiza al galope sobre un terreno variado. Los excesos de tiempo (o un adelanto excesivo) dan lugar a penalizaciones.
El objetivo de los competidores es sumar el menor número de puntos en la clasificación para ganar este concurso hípico. Para garantizar la equidad entre los competidores, el orden de carrera de esta prueba se establece por sorteo.
Para destacar en el concurso completo, la pareja jinete-caballo debe estar en excelentes condiciones físicas. La preparación física del equino es crucial. Los caballos tienen que realizar un esfuerzo considerable, manteniendo al mismo tiempo su seguridad en terrenos variados. Por ello, su entrenamiento es riguroso y específico, y se articula en torno a diferentes actividades.
Un entrenamiento en profundidad desarrolla la resistencia, la fuerza, la manejabilidad y la agilidad de los caballos de concurso completo. Esta preparación es progresiva para que el caballo pueda rendir sin fatigarse en exceso.
La carga de trabajo se adapta en función del nivel de competición. Los programas de mejora adaptados incorporan un entrenamiento regular de cinco a seis días a la semana. Especialmente con vistas a mantener la condición física del caballo.
La recuperación de la doma es una práctica ecuestre de gran precisión. Los movimientos deben ser elegantes, precisos y ejecutados con gracia. Esta disciplina ecuestre se compara a menudo con una danza ecuestre. La comunicación sutil entre jinete y caballo es esencial.
Las sesiones de entrenamiento se centran en mejorar la técnica, la musculatura y la flexibilidad del caballo. Esto contribuye a acondicionar el cuerpo para el esfuerzo que está por venir.
El entrenamiento de salto para caballos de concurso completo es un reto particular. Los jinetes ponen en práctica un entrenamiento específico que combina doma, mecanización, secuenciación y verticalización del salto.
Este entrenamiento compensa los efectos del cross-country y responde a las exigencias del salto. Se adapta sobre todo a las aptitudes naturales del caballo. El análisis constante del rendimiento, tanto en entrenamiento como en competición, es decisivo para un entrenamiento eficaz.
Estas pruebas ecuestres ponen a prueba la polivalencia de los jinetes y sus caballos. Locales o internacionales, las competiciones varían en cuanto a la dificultad de los obstáculos y los requisitos técnicos. Los jinetes de todos los niveles demuestran sus habilidades ecuestres y su vínculo con el caballo.
El Concurso Completo de Equitación ofrece una gama de competiciones adaptadas a jinetes de todos los niveles. Va desde la iniciación, conocida como "Intro" o "Amateur", hasta las competiciones internacionales, pasando por "Pro" o "Elite".
Cada nivel presenta retos crecientes de dificultad, técnica y físico para los jinetes y sus caballos. Los obstáculos son cada vez más complejos y exigentes. Por ello, los niveles de competición del concurso completo permiten a jinetes y caballos progresar a su propio ritmo.
Los grandes eventos de prestigio atraen a los mejores jinetes del mundo. Entre ellos se encuentran los Badminton Horse Trials en Inglaterra, los Burghley Horse Trials, los Juegos Ecuestres Mundiales y los Juegos Olímpicos.
Estos acontecimientos ecuestres reúnen a la élite de los jinetes experimentados y a caballos de fama mundial. Se trata de pruebas hípicas del más alto nivel.
Estas competiciones ecuestres no son sólo una prueba de habilidad, sino también un espectáculo fascinante para los aficionados a la equitación. Un verdadero campo de demostración de la armonía entre jinete y caballo.
La Federación Ecuestre Internacional ha nombrado al jinete neozelandés Mark Todd "mejor jinete del siglo XX". Además de múltiple campeón olímpico, es dos veces medallista en los Juegos Ecuestres Mundiales.
La Federación Ecuestre Internacional ha nombrado al jinete neozelandés Mark Todd "mejor jinete del siglo XX”.
Otros jinetes de renombre mundial multiplican sus galardones, como el alemán Michael Jung y el inglés William Fox-Pitt.
Sus inspiradoras actuaciones convierten a estos campeones en modelos para las futuras generaciones de jinetes de concurso completo. Demuestran que el éxito en esta disciplina se basa en la perseverancia, el talento y una sólida asociación con sus monturas.
En conclusión, el concurso completo es un deporte ecuestre versátil. Combina elegancia, técnica, resistencia y velocidad, heredadas de sus raíces militares. Una preparación cuidadosa es esencial antes de una competición internacional de concurso completo, como el concurso completo en un centro hípico local. El programa de entrenamiento tiene en cuenta las distintas disciplinas, la duración del evento y el nivel de la competición. Los competidores, desde principiantes hasta jinetes de alto nivel, se entrenan rigurosamente para brillar en las competiciones oficiales. El objetivo final es llevar al caballo a lo más alto de su forma física y mental para subir al podio.